
1. ESCUCHAR PODCASTS
Aunque, esto ya lo hacía antes, ahora tengo muchas más oportunidades para hacerlo (mientras cocino, limpio, plancho mi ropa, etc..) Procuro buscar podcasts que más allá de entretener, aporten valor. Tanto conocimientos prácticos, como por ejemplo: ¿qué hacer si te atacan? (hint: always fight!); hasta historias que me llenen de ideas y hambre por perseguir mis sueños. Considero que es una forma súper fácil de llenarnos de experiencias, mientras hacemos otras actividades que no requieren de nuestra dedicación mental.
2. MEDITACIÓN
Este es un punto totalmente nuevo para mí. Si les soy sincera la razón principal por la que he empezado a meditar es puramente utilitaria. Tengo etapas en las que me dan períodos de insomnio, por diferentes motivos, pero que al final se resumen en lo siguiente: demasiado going on en mi cabeza; ya sean proyectos buenos y emocionantes, o situaciones preocupantes que me hacen acumular estrés y que no me permiten shut down.
He encontrado que la meditación me ayuda a despejar la mente de todas esas cosas que, buenas o malas, me mantienen despierta por las noches y que a la larga me restan energía y no me dejan funcionar a tope en el día. Lo hago justo a la hora de dormirme, ya incluso con las luces apagadas y relajada en mi cama ¡Súper recomendado para quienes padecen de insomnio! Eso sí, para que realmente funcione, es importante esforzarnos en vaciar nuestra cabeza de todo aquello que hemos acumulado en el día.
3. MASAJES FACIALES

Si ya me conocen, saben que voy all in casi con cualquier tratamiento que me ayude a cuidar mi rostro, a darle un poco de amor y a dejarlo glowing! – El Ice Ice Baby routine en mis IG highlights (@andreanbonilla) es prueba de ello -. Estos días que he estado teniendo un poco más de tiempo y que overall he estado con más energía para cuidarme, he empezado a incorporar unos easy face massages. Estos, promueven la circulación y ayudan a desdibujar las líneas de expresión que empiezan a formarse con el tiempo. Les prometo un video con los sencillos masajes faciales que he estado haciendo morning and night y que realmente han hecho una diferencia (¿o será psicológico? ¡bueno, uds dirán! ).
4. CURSOS ONLINE
No les digo que comencé a buscar cursos desde que comenzó la cuarentena porque eso sería straight out BS! Pero a mitad de todo (de verdad, espero que ya estemos un poco más cerca del fin que del principio), decidí dedicar parte de mi tiempo a instruirme un poco más. Me apunté a un curso online de emprendimiento. Les comparto un dato súper cool/interesante que encontré en mi búsqueda, hay una página web: https://www.edx.org/es, que básicamente contiene cientos (o puede que sean miles) de cursos digitales completamente GRATIS! Asociados con varias universidades (Harvard, MIT, El Tec de Monterrey,…) y empresas (IBM, Microsoft,…) ofrecen cursos acerca de muchísimos temas de interés y que están disponibles para la mayoría de personas que cuenten con tiempo, ganas y acceso a Internet.
Acerca de mi curso, está interesante, voy aún por el principio, es bastante básico, pero tbh, para alguien de mi perfil que no tiene ni idea de emprendimiento, it ticks a bunch of boxes.
5. ROUND UP UN RECETARIO
Si hace 2 años les hubiera dicho que mi especialidad era cocinar huevos, hubiera sido mucho. Nunca me atrajo la cocina. Jamás. Pero desde hace 1 año y medio, más o menos, me empecé a interesar un poco. Tal vez, ¿¡es cuestión de edad?! jajaja, en realidad quiero pensar que fue por mis ganas de aprender a comer bien sin necesidad de compromise en el sabor. Había pasado en dietas on and off por 3 años que, en general, eran súper sosas, poco apetecibles y, con el tiempo, hastiantes. Por eso, empecé a buscar recetas más healthy y gustosas (mucho más allá de una pechuga de pollo a la plancha) y aprendí una gran cosa: todos podemos cocinar algo rico si sabemos seguir una receta. Créanme, esto fue una iluminación.
Empecé a cocinar, poco a poco y, con la práctica, vas aprendiendo qué sabores combinan, qué te gusta más o menos, aprendes acerca de las propiedades de los alimentos, en fin… No les digo que soy una chef experta, ¡lejos de eso! Pero he aprendido a crear una variedad de comidas que me mantienen emocionada. Además, ver que en mi casa, lo que cocino, vuela, es otro gran punto de satisfacción. Por todo esto, empecé a recolectar recetas en un cuaderno, algunas con tweaks míos, otras, literales, ¡porque así saben espectacular! Es uno de mis pequeños proyectos de esta cuarentena. ¿Cuáles son los suyos? ¡Cuéntenme!
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